Sabrina pensó en un bebé reborn para que le ayudase a superar el disgusto de perder a su hijo. “Siento que soy su madre” confiesa. Cuando antes de hacerse con Lily lloraba cada vez que veía otros bebés, ahora siente que su vida a cambiado. Le compra ropa de bebé real y se ha gastado cientos de euros para hacer una vida relativamente normal como si tuviera un bebé real.