Meritxell acompaña a Luna a captar clientes. La prostituta consigue irse a su habitación con uno, y la reportera decide esperar a que terminen. Es Luna la que después del coito, invita a la periodista a que pase a su habitación y conozca a su cliente, que coge la cámara para grabarlas a las dos juntas, proponiéndoles una tijereta. Meritxell entra un poco en pánico, se agobia, y abandona la habitación.