Francisco recorre las ferias de España vendiendo almendras. "Cambiaría esto por una cosa que fuese muy grande porque con esto como, vivo y no dependo de nadie. Me gusta lo libre que está uno. Tengo libertad, haces lo que quieres", dice Francisco, que no tiene una caravana acondicionada y duerme en el camión y se ducha y cocina en la calle.