Como no es lo mismo contarlo que vivirlo y Adela Úcar se atreve con todo, se convierte en cantante de orquesta por una noche. Tras una sesión de maquillaje y peluquería que la deja irreconocible, Adela disfruta como una niña de la experiencia. "Qué subidón es estar encima de un escenario, es que se quitan todos los males con lo cansada que yo estaba, para mí esto es lo mejor de la feria: la energía que te transmite", ha señalado.