Meritxel acude a casa de Moshe y de Yoheved. Es allí, cuando su hijo le dice a la reportera que huele bien, cuando se entera de que no puede llevar colonia. Al ser mujer, no puede entrar en el colegio, pero el cámara, al ser hombre, presencia cómo es una de sus clases, donde desde pequeños se les enseña la tradición judía.