Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid salía este viernes por la mañana de los juzgados madrileños de Plaza de Castilla de declarar por la compra que Caja Madrid hizo de la entidad Banco de Floridad. A la salidad le esperaba una teintena de preferentistas que indignados le han acorralado y, entre insultos y golpes con los palos de las pancartas, le han exigido respuestas a su estafa. Solo la actuación de sus abogados y la de los policía han evitado males mayores.