Iker Jiménez comienza su cierre comentando una llamada telefónica, que tuvo con un investigador, con muchos problemas por buscar la verdad. Este investigador, se llama Juan Ignacio Blanco, e Iker ha recordado sus palabras: “Cuando el investigar descubre el miedo auténtico ya no hay vuelta atrás y este miedo auténtico se parece poco al miedo sobrenatural”.