La Víbora hocicuda ha sido la culpable de misteriosas muertes que el campesinado asociaba a un poder casi maléfico. Esta serpiente con ojos de gato y mirada agresiva que hipnotiza, sigue realizando rápidos ataques lejos hoy de esos mitos. Tiene dos colmillos por los que proyecta gran capacidad de veneno a sus víctimas en los meses de calor.