Manuel abril, un arqueólogo aficionado, se dio cuenta que esta montaña, considerada como un yacimiento desde 2004, estaba fuera de sitio y decidió investigarla. Tras más de 20 visitas, se dio cuenta que las piedras seguían un patrón y comenzó a medir todo. Así descubrió una plataforma en la cima con cinco escalones distribuidos de forma regular de 1 metro de altura.